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Salvador Rueda

"Una juerga"

Poema Nacional
Canto 3

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Música : Albeniz - Espana - No. 3 - Malagueña
 

Una juerga

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CANTO 3

Asunto, una fiesta alegre; 
lugar de la escena,  Málaga; 
tapiz del suelo, la arena; 
y dosel, verde enramada.

*

En derredor de una mesa, 
que no es de mármol de Italia, 
donde incitan a los ojos 
llenas de vino las cañas
en cuyos limpios cristales 
tiembla la luz irisada, 
cambiando amanten promesas 
con más amantes palabras, 
se encuentran tres percheleros 
con tres bellas trinitarias.

Estrella, que así la nombran 
en el barrio las muchachas, 
canta con voz que semeja 
a la alondra cuando canta. 
Sobre sus hombros morenos, 
un chal pintado descansa, 
donde mano primorosa 
por el arte aconsejada, 
bordó con hilos de seda 
colorines y calandrias. 
De un lindo collar, pendiente 
luce en la tersa garganta 
un corazón donde escrita
se ve de «amor» la palabra; 
en las rosadas orejas 
que á breves conchas se igualan, 
lleva, inquietos oscilando, 
ricos aretes de plata; 
muestra en el pecho, una rosa; 
en el pie, cárcel de grana; 
en los dedos, perlas finas; 
en el cuerpo, lindas galas; 
y la graciosa cabeza 
con tantas flores esmalta, 
que lleva una primavera 
sobre sus ondas rizadas.

Enfrente de ella, Casildo
un mozo de rompe y rasga, 
el que mata si le ofenden 
y de amor, al mirar, mata; 
el que esgrime cual ninguno 
la pendenciera navaja, 
y el calañés lleva siempre 
sobre la ceja enarcada,
mientras principian los brindis, 
mientras las risas estallan, 
y las palabras se cruzan, 
y se cruzan las miradas, 
con la una pierna pulida 
sobre la izquierda cruzada, 
y encima de la derecha 
la melodiosa guitarra, 
templa y pulsa el instrumento 
que dulces notas exhala; 
y mientras este sonríe, 
y aquella toca las palmas, 
y el uno las copas llena, 
y la otra las copas vacia, 
entornando de los ojos 
las negrísimas pestañas, 
y deteniéndose luego 
en mil y mil circunstancias, 
escupe, mira al soslayo, 
«¡Ole!» dice, y así canta:
« Mira si es mala mi estrella
mira si mi estrella es mala, 
que no hay estrella que rompa 
las nubes que hay en mi alma».

Todo es bulla y movimiento; 
todo broma y algazara; 
sobre la mesa, relumbran 
llenas de vino las cañas. 
Este, grita y baila a un tiempo 
con otra que grita y baila; 
aquél, dice á una morena 
frases que el viento arrebata; 
éste, anima con sus coplas; 
aquélla, con sus miradas; 
el otro, con sus suspiros; 
cuál, con sus tiernas palabras; 
y crece el rumor y crece, 
y luego en bullicio estalla, 
y luego en ruidoso estruendo, 
y luego en bronca algazara, 
y hacen, saltando en pedazos 
por la atmósfera abrasada, 
las botellas que se rompen 
en honor de Baco, salvas.

Estrella, la de ojos negros 
y las pupilas de llamas, 
con aire de reina altiva, 
hacia el centro se adelanta.

Todos en ¡ vivas ! prorrumpen, 
todos á un tiempo la ensalzan, 
y éste y aquél la requiebran, 
y todos baten las palmas, 
en tanto que ella, subiendo 
con gracia y garbo la falda 
que á la cadera suspende 
bajo la mano de nácar, 
a tiempo que del pie enseña 
la breve punta preciada 
y en flexibles movimientos 
luce las formas gallardas, 
con voz que imita en lo dulce 
a los arpegios del arpa, 
y al murmullo de la ola, 
y a las músicas del aura, 
así expresa, y así siente, 
y así dice, y así canta:

« No hay estrella que no rompa 
nubes de penas amargas, 
si es en un cielo de amores 
donde las nubes se fraguan».

Nuevo estrépito sucede, 
nuevos requiebros se cambian, 
y nuevos brindis se escuchan, 
y nuevas copas se vacian.

En esto, un curro que viste 
justillo con borlas grana 
bajo cuyo extremo asoma 
radiante y limpia navaja, 
tomando en fina apostura 
para brindar una caña, 
cuyo claro 
que al ligero ambiente lanza 
finje al desgranarse en gotas 
brillante collar de lágrimas, 
mientras que el líquido suelto 
coge otra vez en la caña,

—  ¡ Brindo, dice, por mi niña, 
y por los mozos de gracia, 
por Estrella, por su novio, 
por quien toca, y por quien baila !

— ¡ Ole ! — ¡ Viva tu persona ! 
— ¡ Salero ! — ¡ Viva quien habla ! 
— ¡ Bien por tu boca, serrano ! 
— ¡Y por el vino! — ¡Y por Málaga! 
— ¡ Vengan botellas ! — ¡Y risa ! 
— ¡ Muchacho, toca las palmas ! 
— ¡ Vengan coplas ! — ¡Y jaleo ! 
— ¡ Y bullicio ! — ¡Y algazara !

Todo es gozo; todo vida; 
todo luce; todo salta; 
del líquido, por la mesa 
ruedan las olas doradas; 
todo es confusión y estruendo, 
todo colores y ráfagas, 
y estrépito, y vocerío, 
y risa, y placer, y danza. 
¡ Y coronando la orgía 
llena de espléndidas gracias, 
el genio antiguo de Roma 
gozoso cierne las alas !

 

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