Imitación de María

Imitación de María

Capítulo 2


 

[ Descargar archivo mp3 ]

 

Imitación de María

<<< 2 >>>
Capítulo II
 

Que la humildad es el fundamento de la santidad.


Cuanto fui exaltada sobre los astros, otro tanto me humillé.

Entendí que Dios abate a los soberbios y ensalza a los humildes.

Saludome Gabriel llena de gracia, y Yo me llame esclava del Señor, y por esto fui elegida Madre de Jesucristo.

Los privilegios y gracias de que me adornó Dios para ser Madre de su Hijo me tuvieron siempre en un abismo de humildad.

Sabía muy bien que todo lo había recibido de la mano de Dios, y por esto el espíritu de la soberbia no me dañó, sino que me exaltó el pensar bajamente de Mí misma.

No hay necedad mayor que la de envanecerte de lo que no es tuyo.

No pienses en lo que tienes de bueno, sino en cómo has de servirte de ello para agradar a Dios.

¿Qué te aprovecha tener buen entendimiento, hermosura corporal o bellas cualidades de espíritu, si de ellas te sirves para el mal?

¡Cuántos usarían de ellas mejor que tu, si las poseyesen!

Los grandes talentos no salvan, sino que condenan, si se hacen servir en menosprecio del Criador, o si se dejan de aprovechar por negligencia. No desprecies, pues, a quienes no tengan como tú tan buenas dotes.

El hombre sencillo y rudo, pero piadoso, agrada más a Dios y será mayor en el cielo que los sabios del mundo, que sabiendo cómo han de vivir, viven de opuesta manera, y se muestran orgullosos por sus talentos.

Cuantas veces recuerdes los dones que recibiste de Dios, desprecia la vanagloria y el necio orgullo.

Piensa siempre de dónde los recibiste, y cuan rigurosa cuenta tendrás que dar del buen o mal uso de ellos.

Sin humildad, no agradarás a Dios ni a los hombres.

Pero ni aun a Mí podrás agradarme, pues quiero que la humildad resplandezca en todos los míos.

Nunca te juzgues mejor que otros, pues no sabes si delante de Dios son mejores que tú.

Piensa en tus miserias, y al punto tu soberbia caerá como plomo.

Ni quieras despreciar a los pecadores, como Yo no desprecié a Pedro ni a la Magdalena: ¿quién sabe si aun irán delante de ti en el reino de los cielos?

Necia es toda ambición que pretende un puesto al que no llama Dios, sino la propia e importuna voluntad.

No tendrás felicidad verdadera si quieres adelantarte a todo según tus apetitos y no aguardas el tiempo en que Dios te llame.

Experimentarás adversidades sin número en el puesto que te hayas procurado con engaño, hipocresía o ambición.

Vivirás en inminente ruina, aunque hasta la muerte te veas

exaltado sobre los demás. Experimentarás un juicio horrendo, y tu orgulloso cadáver será pisoteado por aquellos a quienes despreciaste.

No toda humildad es virtud, sino a veces insigne hipocresía, porque hay algunos que aparentan humillarse, mientras en su mente se ensalzan sobre los demás.

¿De qué te ensoberbeces, tú que vives hoy, y mañana tal vez estarás cubierto de podredumbre, y roído de gusanos en la sepultura?

Nadie pensó en ti antes que existieses, y después de tu muerte serás como si no hubieses existido.

Pon tu gloria en la humildad, si deseas estar conmigo allí donde todas las generaciones me llaman bienaventurada. ¡Sígueme!

Inicio
<<< 2 >>>
  Índice