INTRODUCCIÓN
Este libro trata de avisos y consejos que da Teresa de Jesús a las hermanas religiosas e hijas suyas de los monasterios que con el favor de nuestro Señor y de la gloriosa Virgen Madre de Dios, Señora nuestra, ha fundado de la Regla primera de nuestra Señora del Carmen. En especial le dirige a las hermanas del monasterio de San José de Avila, que fue el primero, de donde ella era priora cuando le escribió (1).
En todo lo que en él dijere, me sujeto a lo que tiene la madre Santa Iglesia Romana, y si alguna cosa fuere contraria a esto, es por no lo entender. Y así, a los letrados que lo han de ver, pido, por amor de nuestro Señor, que muy particularmente lo miren y enmienden si alguna falta en esto hubiere, y otras muchas que tendrá en otras cosas. Si algo hubiere bueno, sea para gloria y honr de Dios y servicio de su sacratísima Madre, Patrona y Señora nuestra, cuyo hábito yo tengo, aunque harto indigna de él (2).
NOTAS INTRODUCCIÓN
1 Un censor anotó enseguida: "Yo he visto este libro, y lo que de él me parece está escrito al cabo de él y firmado de mi nombre". El fin del libro se halla, en un papel suelto, la "aprobación", pero sin firma. A lo largo del autógrafo, el mismo censor tachó, enmendó y glosó profusamente el texto de la Santa. Los editores han creído tratarse del P. Báñez, pero equivocadamente.
2 Tomamos esta protesta del ms. de Toledo. Fue compuesta por la Santa al preparar el libro para la edición. Precede el encabezamiento: "Comienza el tratado llamado Camino de perfección".
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PRÓLOGO
1. Sabiendo las hermanas de este monasterio de San José cómo tenía licencia del Padre Presentado Fray Domingo Bañes (1), de la Orden del glorioso Santo Domingo, que al presente es mi confesor, para escribir algunas cosas de oración en que parece podré atinar por haber tratado con muchas personas espirituales y santas, me han tanto importunado les diga algo de ella, que me he determinado a las obedecer, viendo que el amor grande que me tienen puede hacer más acepto lo imperfecto y por mal estilo que yo les dijere, que algunos libros que están muy bien escritos de quien sabía lo que escribe (2). Y confío en sus oraciones que podrá ser por ellas el Señor se sirva acierte a decir algo de lo que al modo y manera de vivir que se lleva en esta casa conviene (3). Y si fuere mal acertado, el Padre Presentado que lo ha de ver primero, lo remediará o lo quemará, y yo no habré perdido nada en obedecer a estas siervas de Dios, y verán lo que tengo de mí cuando Su Majestad no me ayuda.
2. Pienso poner algunos remedios para algunas tentaciones menudas que pone el demonio (4), que -por serlo tanto- por ventura no hacen caso de ellas, y otras cosas, como el Señor me diere a entender y se me fueren acordando, que como no sé lo que he de decir, no puedo decirlo con concierto; y creo es lo mejor no le llevar, pues es cosa tan desconcertada hacer yo esto. El Señor ponga en todo lo que hiciere sus manos para que vaya conforme a su santa voluntad, pues son éstos mis deseos siempre, aunque las obras tan faltas como yo soy.
3. Sé que no falta el amor y deseo en mí para ayudar en lo que yo pudiere para que las almas de mis hermanas vayan muy adelante en el servicio del Señor. Y este amor, junto con los años y experiencia que tengo de algunos monasterios, podrá ser aproveche para atinar en cosas menudas más que los letrados, que por tener otras ocupaciones más importantes y ser varones fuertes no hacen tanto caso de cosas que en sí no parecen nada, y a cosa tan flaca como somos las mujeres todo nos puede dañar; porque las sutilezas del demonio son muchas para las muy encerradas, que ven son menester armas nuevas para dañar. Yo, como ruin, heme sabido mal defender, y así querría escarmentasen mis hermanas en mí. No diré cosa que en mí, o por verla en otras, no la tenga por experiencia (5).
4. Pocos días ha me mandaron escribiese cierta relación de mi vida, adonde también traté algunas cosas de oración (6). Podrá ser no quiera mi confesor le veáis, y por esto pondré aquí alguna cosa de lo que allí va dicho y otras que también me parecerán necesarias. El Señor lo ponga por su mano, como le he suplicado, y lo ordene para su mayor gloria, amén.
NOTAS PRÓLOGO
1 Un censor (quizá el mismo interesado) tachó: fray Domingo Bañes. El mismo repitió la tacha sobre el propio nombre en el epílogo del libro )c. 42, n. 7). En cambio la Autora, al preparar el ms. de Toledo para la edición tuvo en cuenta el nuevo título del catedrático de Prima y tachó Presentado, para escribir entre líneas: Maestro, añadiendo luego del nombre: catedrático de Salamanca. -Sobre Báñez, véase Vida c. 36, n. 15, nota 27.
2 Al margen anotó uno de los censores: "San Gregorio escribió sobre Job los Morales importunado de siervos de Dios confiando en sus oraciones, como él dice".
3 En la 1ª redacción había escrito así: ... me han tanto importunado lo haga por tenerme tanto amor que, aunque hay libros muchos que de esto tratan y quien sabe bien y ha sabido lo que escribe, parece la voluntad hace aceptas algunas cosas imperfectas y faltas más que otras muy perfectas; y, como digo, ha sido tanto el deseo que las he visto y la importunación, que me he determinado a hacerlo, pareciéndome por sus oraciones y humildad querrá el Señor acierte algo a decir que les aproveche, y me lo dará para que se lo dé.
4 En la 1ª redacción: Pienso poner algunos remedios para tentaciones de religiosas...
5 En la 1ª redacción había añadido: o dada en oración a entender por el Señor.
6 Alude al Libro de la Vida. |
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