Tu regalo, tu agenda, está grabada
Con trazo indeleble en mi memoria,
Que sobrevivirá a este bien caduco
Largo Tiempo, quizás hasta lo eterno,
O al menos mientras corazón y mente
Subsistan por obra de Natura.
Mientras ambos no sean despojados
del recuerdo de ti, no ha de perderse.
Ese pobre registro abarca poco
Y yo puedo guardar tu amor sin tarjas;
Tuve pues la audacia de obsequiarla
Por fiarme de agenda más precisa:
Usar objetos para recordarte
Sería abrir las puertas al olvido. |