Si mi amor, como yo, es afrentado
Por el Tiempo y su mano injuriosa,
Y las horas su sangre debilitan
Tallándole arrugas cuando trepe
Por la noche escarpada de los años,
Cuando tanta belleza que hoy gobierna
Ya esté marchitándose, o marchita,
Y el tesoro de abril haya perdido,
Para entonces, ahora me preparo
Contra el acero torvo y revoltoso,
Para que nunca siegue el recuerdo
Su beldad, aun llevándose su vida.
Su beldad será vista en negras líneas,
Y ellas vivirán, y él siempre en ellas.
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