Si mis carnes fueran pensamiento
No valdrían distancias injuriosas:
Dondequiera estés te seguiría
A despecho de límites y espacios;
Aun si mi pie hollara entonces
Las tierras de ti más alejadas
Con sólo pensar dónde te encuentras
Brincara sobre océanos y reinos.
Mas no soy pensamiento, pienso airado,
Y no puedo franquear millas de un salto;
Modelado con agua y tosca arcilla,
Debo aguardar gimiendo, lentas horas.
De elementos tan bajos sólo obtengo,
Emblemas del dolor, lágrimas turbias.
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