Capítulo 5
|
|
Biografía de San Agustín en Wikipedia | |
Música: C. Wesley - Pastorale |
Confesiones |
<<< | 405 | >>> |
Capítulo 5 |
||
Por qué los afligidos e infelices tienen gusto en llorar |
||
10. Mas ahora, Señor, ya que pasaron todas aquellas cosas y con el tiempo se me ha mitigado el dolor de aquella herida, ¿podré escuchar de Vos que sois la verdad eterna y aplicar los oídos de mi alma a vuestra boca, para que me digáis por qué el llanto es gustoso a los desventurados y afligidos? ¿Por ventura, Señor, no obstante que estáis presente en todas partes, será posible que estén muy lejos de Vos nuestras necesidades y miserias? Vos, Señor, inalterablemente permanecéis en Vos mismo; pero nosotros nos mudamos continuamente, experimentando siempre diversos acaecimientos y novedades, y no nos quedará siquiera el consuelo de la esperanza, si no llegaran a vuestros oídos nuestras lágrimas. Pues ¿en qué consiste que el gemir, el llorar, el suspirar, el quejarse se tiene como un fruto suave y dulce que se coge de la amargura de esta vida? ¿Acaso lo que hay dulce y gustoso en el llanto es la esperanza que tenemos de que Vos oigáis nuestros suspiros y lágrimas? Pero esto era bueno para que lo dijéramos de los ruegos y súplicas que os hacemos, porque siempre van acompañadas del deseo de llegar a conseguir algo. Mas en el dolor y sentimiento de una cosa ya perdida y en el triste llanto de que entonces estaba yo cubierto, ¿podremos por ventura decir lo mismo? Porque yo no esperaba que mi amigo resucitase, ni con mis lágrimas pretendía tal cosa; sino solamente era mi fin sentir su muerte y llorarla, porque me hallaba infeliz y miserable, y había perdido lo que causaba toda mi alegría. ¿O es acaso que siendo amargo el llorar, nos causa deleite cuando llegamos a tener disgusto y aborrecimiento de las cosas que gozábamos antes con placer y alegría? |
||
<<< | 405 | >>> |
|