Tomás de Kempis - Imitación de Cristo

Tomás de Kempis

"Imitación de Cristo"

Libro Tercero:

Biografía de Tomás de Kempis en Wikipedia

 

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Imitación de Cristo

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Libro 3 - Cap 12

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Capítulo XII
 

En que se declara lo que es paciencia y la lucha contra el apetito.

 

1. Señor Dios mío, a lo que veo, la paciencia me es muy necesaria, porque en esta vida acaecen muchas adversidades.

Pues, por más que trabaje en obtener la paz, no puede estar mi vida sin batalla y sin dolor.

2. Así es, hijo; pero no quiero que busques tal paz, que carezcas de tentaciones y no sientas contrariedades.

Antes, cuando fueres ejercitado en diversas tribulaciones, y probado en muchas contrariedades, piensa entonces que has hallado la paz.

Si dijeres que no puedes padecer mucho, ¿como sufrirás el fuego del purgatorio?

De dos males siempre se ha de escoger el menor.

Por eso, para que puedas escapar de los tormentos eternos, procura sufrir con paciencia por Dios los males presentes.

¿Piensas tu que sufren poco o nada los hombres del mundo? No lo creas; aunque sean los más regalados.

3. Pero dirás que tienen muchos deleites y siguen sus apetitos, y por esto se les da poco de algunas contrariedades.

4. Mas, aunque fuese así, aun cuando tengan cuanto quisieren, dime, ¿cuánto les durará?

Mira que los muy sobrados y ricos en el siglo se desvanecerán como humo, y no quedará memoria de los gozos pasados.

Pues, aun mientras viven, no se huelgan en ellos sin amargura, congoja y miedo.

Porque de la misma cosa que se recibe el deleite, de allí las más veces reciben la pena del dolor.

Justamente se procede con ellos; porque as como desordenadamente buscan y siguen los deleites, así los tengan con amargura y confusión.

¡Oh!, ¡cuán breves, cuán falsos, cuán desordenados y torpes son todos!

Mas por estar embriagados y ciegos no discurren; sino que, a la manera de estúpidos animales, por un deleite transitorio de la vida corruptible caen en la muerte del alma.

Por eso, hijo, no vayas tras de tus apetitos, y quebranta tu voluntad. Deléitate en el Señor, y te dará lo que le pidiere tu corazón.

5. Porque si quieres tener verdadero gozo, y ser consolado por Mí abundantísimamente, tu bendición estará en el desprecio de todas las cosas del mundo y en cortar todo deleite terreno; y así se te dará copiosa consolación.

Y cuanto más te desviares de todo consuelo de las criaturas, tanto más suaves y poderosas consolaciones hallarás en Mí.

Mas no las alcanzarás sin alguna pena, ni sin el trabajo de la pelea.

La costumbre te será contraria; pero vencérasla con otra costumbre mejor.

La carne resistirá; pero la refrenarás con el fervor del espíritu.

La serpiente antigua te instigará y exasperará, pero con la oración la ahuyentarás, y con el trabajo provechoso le cerrarás totalmente la puerta.

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