Había en la feria de Mairena un cobertizo formado con esteras viejas de esparto; la puerta tapada con no muy limpia cortina, y sobre la puerta un rótulo que decía con letras muy gordas:
LA KARABA
SE VE POR CUATRO CUARTOS
Atraídos por la curiosidad, y pensando que iban a ver un animal rarísimo, traído del centro del África o de regiones o climas más remotos, hombres, mujeres y niños acudían a la tienda, pagaban la entrada a un gitano y entraban a ver la Karaba.
-¿Qué diantre de Karaba es esta? -dijo enojado un campesino. -Esta es una mula muy estropeada y muy vieja.
-Pues por eso es la Karaba, -dijo el gitano: -porque araba y ya no ara. |