Capítulo 1
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Biografía de León Tolstoi en Wikipedia | |
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Música: Chopin - Op.34 no.2, Waltz in A minor |
Iván el imbécil |
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I | ||
En una comarca de cierto reino vivía un rico mujik. Este mujik tenía tres hijos: Seman el Guerrero, Tarass el Barrigudo, Iván el Imbécil y una hija muda, llamada Malania. El primero fue a guerrear por el zar, Tarass se trasladó a la ciudad vecina, colocándose en un comercio, e Iván el Imbécil quedó con su hermana al frente de la casa. Seman el Guerrero logró un alto grado y una propiedad territorial en recompensa de sus servicios y casó con la hija de una barinia. Su crecido sueldo y lasrentas de su extenso dominio no fueron parte a evitar que viviera en la estrechez, pues cuanto dinero ingresaba era despilfarrado por su esposa. Seman fue a sus tierras para cobrar las rentas, y su administrador le dijo: —No hay nada que cobrar. Nuestro ganado no ha tenido crías, ni tenemos caballos, ni bueyes, ni arado. Hay que comprarlo todo, y así habrá rentas. Entonces Seman fue a casa de su padre el mujik. —Tú —le dijo— eres rico y nada me has dado: entrégame el tercio de tu fortuna que me corresponde, para emplearlo en mis tierras. A lo cual respondió el anciano: —¿Cómo quieres que te entregue el tercio de mis bienes, si tú, en cambio, nada has traído a casa? Eso s ería perjudicar a Iván y a mi hija. Seman repuso: —Mi hermano es imbécil y mi hermana muda. ¿Qué falta les hace el dinero? —Pues bien —exclamó el viejo—, se hará lo que diga Iván. Iván dijo entonces: —¡Bueno! Que lo tome. Seman el Guerrero tomó una parte del patrimonio, la empleó en sus fincas y se volvió a servir al zar. Tarass, el Barrigudo, ganó también mucho dinero y se casó con la hija de uncomerciante, pero siempre estaba apurado. Como su hermano, fue también en busca de su padre, y le dijo: —Dame mi parte. El viejo no se allanó tampoco a entregar a Tarass la parte que le pedía. —Tú —le dijo— nada nos has traído; todo cuanto hay en casa lo ha ganado Iván, y no puedo perjudicarle ni tampoco a mi hija. —¿Y para qué necesita Iván el dinero? —repuso Taras—. Es imbécil y no podrácasarse, porque ninguna muchacha lo querrá por esposo. Una joven muda tampoco necesita nada... Dame, Iván —añadió—, la mitad del trigo, quédate con los aperos de labranza, y del ganado sólo quiero el caballo gris que no te sirve para la labor. —¡Bueno! Y Tarass tuvo también su parte. Llevó el trigo a la ciudad y se apropió el caballo gris, mientras Iván, al que sólo quedó una yegua vieja, labraba la tierra y mantenía a sus padres. |
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