Apenas rosa, apenas tallo leve
de buen vivir, apenas mariposa
por la corriente del samán umbrosa
o por la rosa de tranquila nieve.
Jazmín en la cintura por lo breve
y en los ojos comarca silenciosa
y derramado cuervo en la espaciosa
cabellera que el hálito conmueve.
Luminosa presencia sustituida
por desatados ámbitos vitales,
ausente al verde oscuro sometida,
el frágil pecho de incipiente nieve,
el pie con su pequeña flor lejana
y la sonrisa por el aire leve.
De Presencia terrena (1949) |