¿Bebí poción de llanto de sirenas
Destilado de horribles alambiques
Que confundo el temor y la esperanza
Y pierdo cuando creo haber ganado?
¿Qué error mi corazón ha cometido
Si antes tanta dicha lo colmaba?
¿Por qué desorbitados son mis ojos
En arrebatos de maligna fiebre?
Oh feliz desventura: ahora descubro
Lo bueno por el mal perfeccionado,
Y la casa de amor, reconstruida,
Es más bella, más fuerte y espaciosa.
Vuelvo castigado a mi contento,
La dicha triplicada por mis males. |