Es cierto que erré de un lado a otro
Y me expuse al escarnio de las gentes,
Vendiendo a precios viles lo más caro
Y trabando ofensivas relaciones.
Muy cierto es que he mirado a la constancia
De soslayo, con aire desdeñoso,
Mas rejuvenecí con mis desvíos
Y a lo bueno volví por mala senda.
Toma pues lo que es tuyo para siempre,
Ya nunca tentaré mis apetitos
Para herirte con nuevas experiencias,
Mi dios de amor, mi dueño verdadero.
Recíbeme, mi casi paraíso,
En tu puro y muy amante pecho. |