Soy pues como el rico cuya llave
Lo guía hasta el recóndito tesoro
Que no quiere mirar a cada instante
Por no mellar el filo de su goce.
Tal las fiestas, solemnes e infrecuentes,
Con su raro fulgor visten el año
Y cual piedras lucientes se destacan,
O cual joya mejor en gargantilla.
Así tus ausencias son un arca
O un cofre donde ricas vestiduras
Aguardan circunstancias especiales
Para lucir su orgullo encarcelado.
Cuán grande es tu valor, bendito seas:
Das júbilo si estás, si no esperanza.
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