Como el padre postrado se complace
En el brío del hijo que retoza,
Yo cojeo afrentado por fortuna
Y en tu honra y virtudes me consuelo.
Si belleza, cuna, oro o ingenio,
O de ellos uno, o todos, o más dones,
Son entre tus gracias justos reyes,
Injerto mi amor en tu riqueza:
No soy cojo, pobre o desdichado
Pues brinda esta sombra tal sustancia
Que yo con tu opulencia me contento
Y vivo de una chispa de tu gloria:
Procura lo mejor, te lo deseo,
Si lo obtienes, diez veces soy dichoso |