Cual actor imperfecto que en la escena
Declama torpemente, intimidado,
O cual bestia feroz, embravecida,
Que en el propio furor el brío agota,
En mí poco confiado, olvido pronto
Del amor la perfecta ceremonia,
Y el brío de mi amor flaquea vencido
Bajo la carga de su propia fuerza.
Sean pues mis libros la elocuencia,
Mensajeros callados de mi pecho,
E implorarán tu amor y galardones
Más que esa lengua pródiga en lisonjas.
Lee lo que amor escribió mudo,
Que es ingenio de amor oir con los ojos.
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