Dícenme, don Jerónimo que dices
Que me pones los cuernos con Ginesa;
Yo digo que me pones cama y mesa,
Y
en la mesa capones y perdices.
Yo hallo que me pones los tapices
Cuando el calor por el octubre cesa;
Por tí mi bolsa, no mi testa, pesa,
Aunque con molde de oro me la rices.
Este argumento es fuerte y es agudo:
Tú imaginas ponerme cuernos; de obra
Yo, porque lo imaginas, te desnudo.
Más cuerno es el que paga, que el que cobra;
Ergo, aquel que me paga es el cornudo
Lo que de mi mujer a mí me sobra..
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