11
Ahora
en esta hora inocente
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada.
12
No más las dulces metamorfosis de una niña de seda
sonámbula ahora en la cornisa de niebla
su despertar de mano respirando
de flor que se abre al viento.
13
Explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome.
14
El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.
15
Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.
16
Has construido tu casa
Has emplumado tus pájaros
Has golpeado al viento
Con tus propios huesos
Has terminado sola
Lo que nadie comenzó.
17
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días
Sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se encanta,
se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me danzo y me
lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo incendiado, su
Espera en hogueras frías, su elemento místico, su fornicación de nombres creciendo solos en la noche pálida).
18
Como un poema
enterado del silencio de las cosas
hablas para no verme.
19
Cuando vea los ojos
que tengo en los míos tatuados.
20
Dice que no sabe del miedo, de la muerte, del amor
Dice que tiene miedo de la muerte, del amor
Dice que el amor es muerte, es miedo
Dice que la muerte es miedo, es amor
Dice que no sabe. |