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H.P. LOVECRAFT

"El árbol - The tree"

Biografía de Howard Phillips Lovecraft en Wikipedia 
EL ARBOL ESPAÑOLAUDIO 
THE TREE English text 
 
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EL ÁRBOL
THE TREE
En una verde ladera del monte Menalo, en Arcadia, se halla un olivar en torno a las ruinas de una villa. Al lado se encuentra una tumba, antaño embellecida con las más sublimes esculturas, pero sumida ahora en la misma decadencia que la casa. A un extremo de la tumba, con sus peculiares raíces desplazando los bloques de mármol del Pentélico, mancillados por el tiempo, crece un olivo antinaturalmente grande y de figura curiosamente repulsiva; tanto se asemeja a la figura de un hombre deforme, o a un cadáver contorsionado por la muerte, que los lugareños temen pasar cerca en las noches en que la luna brilla débilmente a través de sus ramas retorcidas. El monte Menalo es uno de los parajes predilectos del temible Pan, el de la multitud de extraños compañeros, y los sencillos pastores creen que el árbol debe tener alguna espantosa relación con esos salvajes silenos; pero un anciano abejero que vive en una cabaña de las cercanías me contó una historia diferente.
On a verdant slope of Mount Maenalus, in Arcadia, there stands an olive grove about the ruins of a villa. Close by is a tomb, once beautiful with the sublimest sculptures, but now fallen into as great decay as the house. At one end of that tomb, its curious roots displacing the time-stained blocks of Panhellic marble, grows an unnaturally large olive tree of oddly repellent shape; so like to some grotesque man, or death-distorted body of a man, that the country folk fear to pass it at night when the moon shines faintly through the crooked boughs. Mount Maenalus is a chosen haunt of dreaded Pan, whose queer companions are many, and simple swains believe that the tree must have some hideous kinship to these weird Panisci; but an old bee-keeper who lives in the neighboring cottage told me a different story.
Hace muchos años, cuando la villa de la cuesta era nueva y resplandeciente, vivían en ella los escultores Calos y Musides. La belleza de su obra era alabada de Lidia a Neápolis, y nadie osaba considerar que uno sobrepasaba al otro en habilidad. El Hermes de Calos se alzaba en un marmóreo santuario de Corinto, y la Palas de Musides remataba una columna en Atenas, cerca del Partenón. Todos los hombres rendían homenaje a Calos y Musides, y se asombraban de que ninguna sombra de envidia artística enfriara el calor de su amistad fraternal.
 
Many years ago, when the hillside villa was new and resplendent, there dwelt within it the two sculptors Kalos and Musides. From Lydia to Neapolis the beauty of their work was praised, and none dared say that the one excelled the other in skill. The Hermes of Kalos stood in a marble shrine in Corinth, and the Pallas of Musides surmounted a pillar in Athens near the Parthenon. All men paid homage to Kalos and Musides, and marvelled that no shadow of artistic jealousy cooled the warmth of their brotherly friendship.
Pero aunque Calos y Musides estaban en perfecta armonía, sus formas de ser no eran iguales. Mientras que Musides gozaba las noches entre los placeres urbanos de Tegea, Calos prefería quedarse en casa; permaneciendo fuera de la vista de sus esclavos al fresco amparo del olivar. Allí meditaba sobre las visiones que colmaban su mente, y allí concebía las formas de belleza que posteriormente inmortalizaría en mármol casi vivo. Los ociosos, por supuesto, comentaban que Calos se comunicaba con los espíritus de la arboleda, y que sus estatuas no eran sino imágenes de los faunos y las dríadas con los que se codeaba... ya que jamás llevaba a cabo sus trabajos partiendo de modelos vivos.
 
But though Kalos and Musides dwelt in unbroken harmony, their natures were not alike. Whilst Musides revelled by night amidst the urban gaieties of Tegea, Saios would remain at home; stealing away from the sight of his slaves into the cool recesses of the olive grove. There he would meditate upon the visions that filled his mind, and there devise the forms of beauty which later became immortal in breathing marble. Idle folk, indeed, said that Kalos conversed with the spirits of the grove, and that his statues were but images of the fauns and dryads he met there for he patterned his work after no living model.
Tan famosos eran Calos y Musides que a nadie le extrañó que el tirano de Siracusa despachara enviados para hablarles acerca de la costosa estatua de Tycho que planeaba erigir en su ciudad. De gran tamaño y factura sin par había de ser la estatua, ya que habría de servir de maravilla a las naciones y convertirse en una meta para los viajeros. Honrado más allá de cualquier pensamiento resultaría aquel cuyo trabajo fuese elegido, y Calos y Musides estaban invitados a competir por tal distinción. Su amor fraterno era de sobra conocido, y el astuto tirano conjeturaba que, en vez de ocultarse sus obras, se prestarían mutua ayuda y consejo; así que tal apoyo produciría dos imágenes de belleza sin par, cuya hermosura eclipsaría incluso los sueños de los poetas.
 
So famous were Kalos and Musides, that none wondered when the Tyrant of Syracuse sent to them deputies to speak of the costly statue of Tyche which he had planned for his city. Of great size and cunning workmanship must the statue be, for it was to form a wonder of nations and a goal of travellers. Exalted beyond thought would be he whose work should gain acceptance, and for this honor Kalos and Musides were invited to compete. Their brotherly love was well known, and the crafty Tyrant surmised that each, instead of concealing his work from the other, would offer aid and advice; this charity producing two images of unheard of beauty, the lovelier of which would eclipse even the dreams of poets.
Los escultores aceptaron complacidos el encargo del tirano, así que en los días siguientes sus esclavos pudieron oír el incesante picoteo de los cinceles. Calos y Musides no se ocultaron sus trabajos, aun cuando se reservaron su visión para ellos dos solos. A excepción de los suyos, ningún ojo pudo contemplar las dos figuras divinas liberadas mediante golpes expertos de los bloques en bruto que las aprisionaban desde los comienzos del mundo.
 
With joy the sculptors hailed the Tyrant's offer, so that in the days that followed their slaves heard the ceaseless blows of chisels. Not from each other did Kalos and Musides conceal their work, but the sight was for them alone. Saving theirs, no eyes beheld the two divine figures released by skillful blows from the rough blocks that had imprisoned them since the world began.
De noche, al igual que antes, Musides frecuentaba los salones de banquetes de Tegea, mientras Calos rondaba a solas por el olivar. Pero, según pasaba el tiempo, la gente advirtió cierta falta de alegría en el antes radiante Musides. Era extraña, comentaban entre sí, que esa depresión hubiera hecho presa en quien tenía tantas posibilidades de alcanzar los más altos honores artísticos. Muchos meses pasaron, pero en el semblante apagado de Musides no se leía sino una fuerte tensión que debía estar provocada por la situación.
 
At night, as of yore, Musides sought the banquet halls of Tegea whilst Kalos wandered alone in the olive Grove. But as time passed, men observed a want of gaiety in the once sparkling Musides. It was strange, they said amongst themselves that depression should thus seize one with so great a chance to win art's loftiest reward. Many months passed yet in the sour face of Musides came nothing of the sharp expectancy which the situation should arouse.
Entonces Musides habló un día sobre la enfermedad de Calos, tras lo cual nadie volvió a asombrarse ante su tristeza, ya que el apego entre ambos escultores era de sobra conocido como profundo y sagrado. Por tanto, muchos acudieron a visitar a Calos, advirtiendo en efecto la palidez de su rostro, aunque había en él una felicidad serena que hacía su mirada más mágica que la de Musides... quien se hallaba claramente absorto en la ansiedad, y que apartaba a los esclavos en su interés por alimentar y cuidar al amigo con sus propias manos. Ocultas tras pesados cortinajes se encontraban las dos figuras inacabadas de Tycho, últimamente apenas tocadas por el convaleciente y su fiel enfermero.
 
Then one day Musides spoke of the illness of Kalos, after which none marvelled again at his sadness, since the sculptors' attachment was known to be deep and sacred. Subsequently many went to visit Kalos, and indeed noticed the pallor of his face; but there was about him a happy serenity which made his glance more magical than the glance of Musides who was clearly distracted with anxiety and who pushed aside all the slaves in his eagerness to feed and wait upon his friend with his own hands. Hidden behind heavy curtains stood the two unfinished figures of Tyche, little touched of late by the sick man and his faithful attendant.
Según desmejoraba inexplicablemente, más y más, a pesar de las atenciones de los perplejos médicos y las de su inquebrantable amigo, Calos pedía con frecuencia que le llevaran a la tan amada arboleda. Allí rogaba que lo dejasen solo, ya que deseaba conversar con seres invisibles. Musides accedía invariablemente a tales deseos, aunque con lágrimas en los ojos al pensar que Calos prestaba más atención a faunos y dríadas que a él. Al cabo, el fin estuvo cerca y Calos hablaba de cosas del más allá. Musides, llorando, le prometió un sepulcro aún más hermoso que la tumba de Mausolo, pero Calos le pidió que no hablara más sobre glorias de mármol. Tan sólo un deseo se albergaba en el pensamiento del moribundo: que unas ramitas de ciertos olivos de la arboleda fueran depositadas enterradas en su sepultura... junto a su cabeza. Y una noche, sentado a solas en la oscuridad del olivar, Calos murió.
 
As Kalos grew inexplicably weaker and weaker despite the ministrations of puzzled physicians and of his assiduous friend, he desired to be carried often to the grove which he so loved. There he would ask to be left alone, as if wishing to speak with unseen things. Musides ever granted his requests, though his eyes filled with visible tears at the thought that Kalos should care more for the fauns and the dryads than for him. At last the end drew near, and Kalos discoursed of things beyond this life. Musides, weeping, promised him a sepulchre more lovely than the tomb of Mausolus; but Kalos bade him speak no more of marble glories. Only one wish now haunted the mind of the dying man; that twigs from certain olive trees in the grove be buried by his resting place-close to his head. And one night, sitting alone in the darkness of the olive grove, Kalos died.
Hermoso más allá de cualquier descripción resultaba el sepulcro de mármol que el afligido Musides cinceló para su amigo bienamado. Nadie sino el mismo Calos hubiera podido obrar tales bajorrelieves, en donde se mostraban los esplendores del Eliseo. Tampoco descuidó Musides el enterrar junto a la cabeza de Calos las ramas de olivo de la arboleda.
 
Beautiful beyond words was the marble sepulchre which stricken Musides carved for his beloved friend. None but Kalos himself could have fashioned such basreliefs, wherein were displayed all the splendours of Elysium. Nor did Musides fail to bury close to Kalos' head the olive twigs from the grove.  
Cuando los primeros dolores de la pena cedieron ante la resignación, Musides trabajó con diligencia en su figura de Tycho. Todo el honor le pertenecía ahora, ya que el tirano no quería sino su obra o la de Calos. Su esfuerzo dio cauce a sus emociones y trabajaba más duro cada día, privándose de los placeres que una vez degustaría. Mientras tanto, sus tardes transcurrían junto a la tumba de su amigo, donde un olivo joven había brotado cerca de la cabeza del yaciente. Tan rápido fue el crecimiento de este árbol, y tan extraña era su forma, que cuantos lo contemplaban prorrumpían en exclamaciones de sorpresa, y Musides parecía encontrarse a un tiempo fascinado y repelido por él.
 
As the first violence of Musides' grief gave place to resignation, he labored with diligence upon his figure of Tyche. All honour was now his, since the Tyrant of Syracuse would have the work of none save him or Kalos. His task proved a vent for his emotion and he toiled more steadily each day, shunning the gaieties he once had relished. Meanwhile his evenings were spent beside the tomb of his friend, where a young olive tree had sprung up near the sleeper's head. So swift was the growth of this tree, and so strange was its form, that all who beheld it exclaimed in surprise; and Musides seemed at once fascinated and repelled.
A los tres años de la muerte de Calos, Musides envió un mensajero al tirano, y se comentó en el ágora de Tegea que la tremenda estatua estaba concluida. Para entonces, el árbol de la tumba había alcanzado asombrosas proporciones, sobrepasando al resto de los de su clase, y extendiendo una rama singularmente pesada sobre la estancia en la que Musides trabajaba. Mientras, muchos visitantes acudían a contemplar el árbol prodigioso, así como para admirar el arte del escultor, por lo que Musides casi nunca se hallaba a solas. Pero a él no le importaba esa multitud de invitados; antes bien, parecía temer el quedarse a solas ahora que su absorbente trabajo había tocado a su fin. El poco alentador viento de la montaña, suspirando a través del olivar y el árbol de la tumba, evocaba de forma extraña sonidos vagamente articulados.
 
Three years after the death of Kalos, Musides despatched a messenger to the Tyrant, and it was whispered in the agora at Tegea that the mighty statue was finished. By this time the tree by the tomb had attained amazing proportions, exceeding all other trees of its kind, and sending out a singularly heavy branch above the apartment in which Musides labored. As many visitors came to view the prodigious tree, as to admire the art of the sculptor, so that Musides was seldom alone. But he did not mind his multitude of guests; indeed, he seemed to dread being alone now that his absorbing work was done. The bleak mountain wind, sighing through the olive grove and the tomb-tree, had an uncanny way of forming vaguely articulate sounds.
El cielo estaba oscuro la tarde en que los emisarios del tirano llegaron a Tegea. De sobra era sabido que llegaban para hacerse cargo de la gran imagen de Tycho y para rendir honores imperecederos a Musides, por los que los próxenos les brindaron un recibimiento sumamente caluroso. Al caer la noche se desató una violenta ventolera sobre la cima del Menalo, y los hombres de la lejana Siracusa se alegraron de poder descansar a gusto en la ciudad. Hablaron acerca de su ilustrado tirano, y del esplendor de su ciudad, refocilándose en la gloria de la estatua que Musides había cincelado para él. Y entonces los hombres de Tegea hablaron acerca de la bondad de Musides, y de su hondo penar por su amigo, así como de que ni aun los inminentes laureles del arte podrían consolarlo de la ausencia de Calos, que podría haberlos ceñido en su lugar. También hablaron sobre el árbol que crecía en la tumba, junto a la cabeza de Calos. El viento aullaba aún más horriblemente, y tanto los siracusanos como los arcadios elevaron sus preces a Eolo.  
 
The sky was dark on the evening that the Tyrant's emissaries came to Tegea. It was definitely known that they had come to bear away the great image of Tyche and bring eternal honour to Musides, so their reception by the proxenoi was of great warmth. As the night wore on a violent storm of wind broke over the crest of Maenalus, and the men from far Syracuse were glad that they rested snugly in the town. They talked of their illustrious Tyrant, and of the splendour of his capital and exulted in the glory of the statue which Musides had wrought for him. And then the men of Tegea spoke of the goodness of Musides, and of his heavy grief for his friend and how not even the coming laurels of art could console him in the absence of Kalos, who might have worn those laurels instead. Of the tree which grew by the tomb, near the head of Kalos, they also spoke. The wind shrieked more horribly, and both the Syracusans and the Arcadians prayed to Aiolos.  
A la luz del día, los próxenos guiaron a los mensajeros del tirano cuesta arriba hasta la casa del escultor, pero el viento nocturno había realizado extrañas hazañas. El griterío de los esclavos se alzaba en una escena de desolación, y en el olivar ya no se levantaban las resplandecientes columnatas de aquel amplio salón donde Musides soñara y trabajara. Solitarios y estremecidos penaban los patios humildes y las tapias, ya que sobre el suntuoso peristilo mayor se había desplomado la pesada rama que sobresalía del extraño árbol nuevo, reduciendo, de una forma curiosamente completa, aquel poema en mármol a un montón de ruinas espantosas. Extranjeros y tegeanos quedaron pasmados, contemplando la catástrofe causada por el grande, el siniestro árbol cuyo aspecto resultaba tan extrañamente humano y cuyas raíces alcanzaban de forma tan peculiar el esculpido sepulcro de Calos. Y su miedo y desmayo aumentó al buscar entre el derruido aposento, ya que del noble Musides y de su imagen de Tycho maravillosamente cincelada no pudo hallarse resto alguno. Entre aquellas formidables ruinas no moraba sino el caos, y los representantes de ambas ciudades se vieron decepcionados; los siracusanos porque no tuvieron estatua que llevar a casa; los tegeanos porque carecían de artista al que conceder los laureles. No obstante, los siracusanos obtuvieron una espléndida estatua en Atenas, y los tegeanos se consolaron erigiendo en el ágora un templo de mármol que conmemoraba los talentos, las virtudes y el amor fraternal de Musides.
 
In the sunshine of the morning the proxenoi led the Tyrant's messengers up the slope to the abode of the sculptor, but the night wind had done strange things. Slaves' cries ascended from a scene of desolation, and no more amidst the olive grove rose the gleaming colonnades of that vast hall wherein Musides had dreamed and toiled. Lone and shaken mourned the humble courts and the lower walls, for upon the sumptuous greater peri-style had fallen squarely the heavy overhanging bough of the strange new tree, reducing the stately poem in marble with odd completeness to a mound of unsightly ruins. Strangers and Tegeans stood aghast, looking from the wreckage to the great, sinister tree whose aspect was so weirdly human and whose roots reached so queerly into the sculptured sepulchre of Kalos. And their fear and dismay increased when they searched the fallen apartment, for of the gentle Musides, and of the marvellously fashioned image of Tyche, no trace could be discovered. Amidst such stupendous ruin only chaos dwelt, and the representatives of two cities left disappointed; Syracusans that they had no statue to bear home, Tegeans that they had no artist to crown. However, the Syracusans obtained after a while a very splendid statue in Athens, and the Tegeans consoled themselves by erecting in the agora a marble temple commemorating the gifts, virtues, and brotherly piety of Musides.
Pero el olivar aún está ahí, así como el árbol que nace en la tumba de Calos, y el anciano abejero me contó que a veces las ramas susurran entre sí en las noches ventosas, diciéndose una y otra vez: «¡Oida! ¡Oida!»... ¡yo sé! ¡yo sé!  
 
But the olive grove still stands, as does the tree growing out of the tomb of Kalos, and the old bee-keeper told me that sometimes the boughs whisper to one another in the night wind, saying over and over again. "Oida! Oida! -I know! I know!"
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