Tomás de Iriarte en AlbaLearning

Tomás de Iriarte

"El mono y el titiritero"

Biografía de Tomás de Iriarte en Wikipedia

 
 
[ Descargar archivo mp3 ] 4:43
 
 
 
El mono y el titiritero
<< Índice >>
 

Sin claridad no hay obra buena

 

El fidedigno padre Valdecebro, 
que en discurrir historias de animales 
se calentó el celebro, 
pintándolos con pelos y señales; 
que, en estilo encumbrado y elocuente,
del unicornio cuenta maravillas, 
y el ave fénix cree a pie juntillas, 
(no tengo bien presente 
si es en el libro octavo u en el nono), 
refiere el caso de un famoso mono.
Éste, pues, que era diestro 
en mil habilidades, y servía 
a un gran titiritero, quiso un día, 
mientras estaba ausente su maestro, 
convidar diferentes animales,
de aquellos más amigos, 
a que fuesen testigos 
de todas sus monadas principales. 
Empezó por hacer la mortecina; 
después, bailó en la cuerda a la arlequina,
con el salto mortal y la campana; 
luego, el despeñadero, 
la espatarrada, vueltas de carnero, 
y al fin el ejercicio a la prusiana. 
De estas y de otras gracias hizo alarde.
Mas lo mejor faltaba todavía, 
pues, imitando lo que su amo hacía, 
ofrecerles pensó, porque la tarde 
completa fuese y la función amena, 
de la linterna mágica una escena.
Luego que la atención del auditorio 
con un preparatorio 
exordio concilió, según es uso, 
detrás de aquella máquina se puso; 
y durante el manejo
de los vidrios pintados, 
fáciles de mover a todos lados, 
las diversas figuras 
iba explicando con locuaz despejo. 
Estaba el cuarto a oscuras,
cual se requiere en casos semejantes; 
y aunque los circunstantes 
observaban atentos, 
ninguno ver podía los portentos 
que con tanta parola y grave tono
les anunciaba el ingenioso mono. 
Todos se confundían, sospechando 
que aquello era burlarse de la gente. 
Estaba el mono ya corrido, cuando 
entró maese Pedro de repente,
e informado del lance, entre severo 
y risueño, le dijo: «¡Majadero!, 
¿de qué sirve tu charla sempiterna, 
si tienes apagada la linterna?»

Perdonadme, sutiles y altas Musas,
las que hacéis vanidad de ser confusas: 
¿os puedo yo decir con mejor modo
que sin la claridad os falta todo?

Inicio
<< Índice >>
 

Índice del Autor

Colección de Fábulas