Tengo yo un corazón muy compasivo:
el dolor y abandono de ese pobre
Tigre -mi caro hermano- me contrista.
¡Que Júpiter alivie sus dolores
y le conceda bienhechor consuelo!
Así en los riscos de escarpado monte,
un hipócrita Tigre lamentaba
los males de otro Tigre, a quien rigores
de la ad versa fortuna perseguían.
Mientras fingido sentimiento expone,
Escuchábanlo varios animales,
entre ellos un Leopardo de renombre,
el cual habla con sorna al falso amigo
y le dice: -Buen Tigre, se conoce
que eres piadoso, que tLmas al enfermo:
su trIste sltuaclón no se te esconde;
te muestras compasivo y pesaroso;
pero dí con franqueza ¿lo socorres?
¿Partes con él la carne cecinada
que guardas .y que a veces se corroIllpe?
Muere el paciente de hambre. Y tú ¿qné dices?
-"Perezcan todos, como a mí me sobre".
Si eres, pues, tan cruel, si eres hipócrita,
si esclavo vives de avaricia torpe,
no con labio falaz, así profanes
de sincera amistad el sacro nombre.
Ya que en tu corazón no tiene abrigo
esa augusta virtud que desconoces,
a la vista del mísero, enmudece;
con falsa compasión no lo incomodes.
Así, en el Tigre, reprendió el Leopardo
a todos los que. falsos y habladores,
fingen compadecer al desdichado,
pero no lo socorren. |