Gilbert Keith Chesterton

GILBERT KEITH CHESTERTON

"La tienda de los fantasmas - The shop of ghosts"

Biografía de Gilbert Keith Chesterton en Wikipedia 

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LA TIENDA DE LOS FANTASMAS
THE SHOP OF GHOSTS
Casi todo lo mejor y más valioso del universo puede comprarse por  medio penique. Exceptuando, por supuesto, el sol, la luna, las estrellas, la tierra, la gente, las tormentas y otras baratijas. Las tienes gratis. Además, dejo de lado otra cosa, que no puedo mencionar en este periódico, cuyo precio más bajo es la mitad de medio penique. Este principio general  resultará enseguida evidente. En la calle detrás de mí, puedes montar en un tranvía eléctrico por medio penique. Subirte a un tranvía eléctrico es como subirte a un castillo volador en un cuento de hadas. Puedes hacerte con un buen puñado de chucherías de colores por la mitad de un penique. También tienes la oportunidad de leer este articulo por medio penique, junto con, por supuesto, otras cosas menos importantes. Nearly all the best and most precious things in the universe you can get for a halfpenny. I make an exception, of course, of the sun, the moon, the earth, people, stars, thunderstorms, and such trifles. You can get them for nothing. Also I make an exception of another thing, which I am not allowed to mention in this paper, and of which the lowest price is a penny halfpenny. But the general principle will be at once apparent. In the street behind me, for instance, you can now get a ride on an electric tram for a halfpenny. To be on an electric tram is to be on a flying castle in a fairy tale. You can get quite a large number of brightly coloured sweets for a halfpenny. Also you can get the chance of reading this article for a halfpenny; along, of course, with other and irrelevant matter.
Pero si quiere descubrir la enorme cantidad de cosas asombrosas que puedes conseguir por medio penique, haz lo que yo hice anoche. Estampé la nariz contra el escaparate de una de las tiendas más pequeñas y peor iluminadas de uno de los callejones más estrechos y oscuros del barrio de Battersea. Pero por oscuro que fuese ese rectángulo de luz, resplandecía con todos los colores que Dios creó, utilizando la expresión  que una vez escuche a un niño. Los juguetes de los pobres son todos como los niños que los compran. Sucios pero todos alegres. Por mi parte, prefiero la alegría a la limpieza. La primera es del alma  y la segunda del cuerpo. Les ruego que me disculpen, es que soy demócrata. Sé que estoy trasnochado en el mundo actual.   But if you want to see what a vast and bewildering array of valuable things you can get at a halfpenny each you should do as I was doing last night. I was gluing my nose against the glass of a very small and dimly lit toy shop in one of the greyest and leanest of the streets of Battersea. But dim as was that square of light, it was filled (as a child once said to me) with all the colours God ever made. Those toys of the poor were like the children who buy them; they were all dirty; but they were all bright. For my part, I think brightness more important than cleanliness; since the first is of the soul, and the second of the body. You must excuse me; I am a democrat; I know I am out of fashion in the modern world.
Mientras miraba aquel palacio de maravillas liliputienses, los pequeños autobuses verdes, los pequeños elefantes azules, los muñequitos negros y las pequeñas arcas de Noe rojas, debí caer en una especie de trance antinatural. El escaparate iluminado se transformó en el brillante escenario en que uno contempla una comedia muy entretenida. Me olvide de las casas grises y de la gente triste a mis espaldas como uno se olvida del público y las galerías oscuras en el teatro. Me parecía que los objetos detrás del cristal eran pequeños no por su tamaño, sino a causa de la distancia. El autobús verde era realmente un autobús verde. Un autobús verde del barrio de Bayswater, que estuviese recorriendo un enorme desierto, al hacer su ruta diaria hasta Bayswater. El elefante  ya no era azul  por la pintura sino por la distancia. El muñequito era realmente un hombre de raza  negra recortándose contra el brillante follaje tropical de la tierra en que cada planta tiene un color ardiente y solo el ser humano es oscuro. El arca de Noe roja era en verdad la enorme nave de la salvación del mundo, flotando en un mar acrecentado por la lluvia, en el rojo primer amanecer de la esperanza.   As I looked at that palace of pigmy wonders, at small green omnibuses, at small blue elephants, at small black dolls, and small red Noah's arks, I must have fallen into some sort of unnatural trance. That lit shop-window became like the brilliantly lit stage when one is watching some highly coloured comedy. I forgot the grey houses and the grimy people behind me as one forgets the dark galleries and the dim crowds at a theatre. It seemed as if the little objects behind the glass were small, not because they were toys, but because they were objects far away. The green omnibus was really a green omnibus, a green Bayswater omnibus, passing across some huge desert on its ordinary way to Bayswater. The blue elephant was no longer blue with paint; he was blue with distance. The black doll was really a negro relieved against passionate tropic foliage in the land where every weed is flaming and only man is black. The red Noah's ark was really the enormous ship of earthly salvation riding on the rain-swollen sea, red in the first morning of hope.
Creo que todos tenemos estos extraordinarios instantes de abstracción, estos brillantes momentos con la mente en blanco. En momentos semejantes, podemos mirar a la cara a nuestro mejor amigo y ver gafas y bigotes imaginarios. Por lo general están marcados por lo lento que se desarrollan y lo abrupto de su fin. El regreso a la actividad mental normal es a menudo tan repentino como tropezarse con alguien. A menudo, uno termina chocándose de verdad contra alguien, al menos en mi caso. Pero de todos modos, el despertar es claro y,  por lo general, completo. Pues bien, en esta ocasión, aunque una ola de cordura me arrastro a la conciencia de que en realidad solamente estaba mirando una humilde y diminuta juguetería, de alguna extraña manera la curación no parecía ser definitiva. Algo que no podía controlar seguía diciéndome que me había adentrado en una atmósfera extraña, o que había hecho algo raro. Me sentía como si hubiese obrado un milagro o cometido un pecado. Era como si de alguna forma hubiese atravesado una frontera del alma.   Every one, I suppose, knows such stunning instants of abstraction, such brilliant blanks in the mind. In such moments one can see the face of one's own best friend as an unmeaning pattern of spectacles or moustaches. They are commonly marked by the two signs of the slowness of their growth and the suddenness of their termination. The return to real thinking is often as abrupt as bumping into a man. Very often indeed (in my case) it is bumping into a man. But in any case the awakening is always emphatic and, generally speaking, it is always complete. Now, in this case, I did come back with a shock of sanity to the consciousness that I was, after all, only staring into a dingy little toy-shop; but in some strange way the mental cure did not seem to be final. There was still in my mind an unmanageable something that told me that I had strayed into some odd atmosphere, or that I had already done some odd thing. I felt as if I had worked a miracle or committed a sin. It was as if I had at any rate, stepped across some border in the soul.
Para librarme de esta sensación onírica tan peligrosa, entré en la tienda e intenté comprar algunos soldaditos de madera. El dependiente era muy anciano y estaba muy deteriorado. Con medio rostro y toda la cabeza cubiertos de despeinado cabello cano. Un cabello tan increíblemente blanco que parecía artificial. Y aunque parecía senil y enfermo no se reflejaba sufrimiento en sus ojos. Era  como si, poco a poco, se estuviese quedando dormido en una decadencia amable. Me dio los soldaditos de madera  pero, cuando coloqué el dinero sobre el mostrador, aparentó no verlo en un primer momento. Parpadeó débilmente mirándolo y lo apartó débilmente.   To shake off this dangerous and dreamy sense I went into the shop and tried to buy wooden soldiers. The man in the shop was very old and broken, with confused white hair covering his head and half his face, hair so startlingly white that it looked almost artificial. Yet though he was senile and even sick, there was nothing of suffering in his eyes; he looked rather as if he were gradually falling asleep in a not unkindly decay. He gave me the wooden soldiers, but when I put down the money he did not at first seem to see it; then he blinked at it feebly, and then he pushed it feebly away.
-No, no –dijo confuso – Nunca lo he hecho así. Nunca. Aquí somos muy anticuados.    "No, no," he said vaguely. "I never have. I never have. We are rather old-fashioned here."
-No aceptar dinero me parece  algo a la  más rabiosa última moda más que anticuado.    "Not taking money," I replied, "seems to me more like an uncommonly new fashion than an old one."  
-Nunca lo he hecho así – contestó el anciano sonándose los mocos – Siempre he dado regalos y soy demasiado viejo para cambiar.   "I never have," said the old man, blinking and blowing his nose; "I've always given presents. I'm too old to stop."
-¡Por el amor de Dios! – dije - ¿Qué quiere decir? Está hablando como si fuese Papá Nöel.    "Good heavens!" I said. "What can you mean? Why, you might be Father Christmas."
-Soy Papá Nöel- dijo disculpándose y volvió a sonarse los mocos.    "I am Father Christmas," he said apologetically, and blew his nose again.
En el exterior, las farolas no podían estar encendidas. En cualquier caso, era imposible ver nada más allá del escaparate iluminado. No se escuchaban pasos ni voces por la calle. Parecía que me hubiese internado en un nuevo mundo en el que el sol no brillaba. Pero algo había soltado las amarras del sentido común y no podía sorprenderme más que de una manera somnolienta.   The lamps could not have been lighted yet in the street outside. At any rate, I could see nothing against the darkness but the shining shop-window. There were no sounds of steps or voices in the street; I might have strayed into some new and sunless world. But something had cut the chords of common sense, and I could not feel even surprise except sleepily.
-Pareces enfermo, Papá Nöel – Algo me impulsó a decir eso.   Something made me say, "You look ill, Father Christmas." 
-Estoy agonizando.   "I am dying," he said.
Guardé silencio y fue él quien habló de nuevo.   I did not speak, and it was he who spoke again.
-Todos los nuevos se han marchado. No lo entiendo. Se meten conmigo por razones tan raras e incoherentes. Los científicos, todos los innovadores. Dicen que les doy a la gente supersticiones y les vuelvo demasiado ilusos, que les doy carnes horneadas y les hago demasiado materialistas. Dicen que mis partes celestiales son demasiado celestiales, que mis partes mundanas son demasiado mundanas. No sé lo que quieren, de eso si que estoy seguro. ¿Cómo puede algo celestial serlo demasiado? ¿Cómo puede algo mundano ser demasiado mundano? ¿Cómo se puede ser demasiado bueno o demasiado alegre? No lo entiendo. Pero hay algo que entiendo demasiado bien: esta gente moderna está viva y yo muerto.   "All the new people have left my shop. I cannot understand it. They seem to object to me on such curious and inconsistent sort of grounds, these scientific men, and these innovators. They say that I give people superstitions and make them too visionary; they say I give people sausages and make them too coarse. They say my heavenly parts are too heavenly; they say my earthly parts are too earthly; I donÕt know what they want, I'm sure. How can heavenly things be too heavenly, or earthly things too earthly? How can one be too good, or too jolly? I don't understand. But I understand one thing well enough. These modern people are living and I am dead."
-Tú sabrás si estás  muerto – repliqué – pero a lo que ellos hacen no lo llamo vivir.    "You may be dead," I replied. "You ought to know. But as for what they are doing, do not call it living." 
Un silencio cayó entre nosotros que, de alguna manera, esperé  ver roto. No había durado unos segundos, cuando, en medio de la total tranquilidad, escuché unos pasos que, cada vez más rápidos, se acercaban por la calle. Al instante, una figura se lanzó al interior de la tienda y quedo enmarcada en el umbral. Vestía una chistera blanca, echada hacia atrás como con prisa, anticuados pantalones negros ceñidos, anticuados chaleco y chaqueta de colores brillantes y un fantástico abrigo viejo. Tenía los ojos, abiertos y brillantes, de un actor de carácter, una cara pálida y nerviosa y la barba muy recortada. Abarcó al anciano y su tienda en una mirada que fue de verdad como una explosión y lanzó la exclamación de un hombre por completo estupefacto.   A silence fell suddenly between us which I somehow expected to be unbroken. But it had not fallen for more than a few seconds when, in the utter stillness, I distinctly heard a very rapid step coming nearer and nearer along the street. The next moment a figure flung itself into the shop and stood framed in the doorway. He wore a large white hat tilted back as if in impatience; he had tight black old-fashioned pantaloons, a gaudy old-fashioned stock and waistcoat, and an old fantastic coat. He had large, wide-open, luminous eyes like those of an arresting actor; he had a pale, nervous face, and a fringe of beard. He took in the shop and the old man in a look that seemed literally a flash and uttered the exclamation of a man utterly staggered.
-¡Buen Dios! ¡No puedes ser tú! – gritó – Vine a preguntar dónde estaba tu tumba.   "Good lord!" he cried out; "it can't be you! It isn't you! I came to ask where your grave was." 
-Aún no he fallecido, Sr. Dickens – contestó el anciano  con su débil sonrisa – Pero me estoy muriendo – añadió como tranquilizándole   "I'm not dead yet, Mr. Dickens," said the old gentleman, with a feeble smile; "but I'm dying," he hastened to add reassuringly.
-Pero a paseo con todo si no agonizaba en mis tiempos – dijo el Sr. Charles Dickens alegremente – Y no pareces ni un día más viejo.   "But, dash it all, you were dying in my time," said Mr. Charles Dickens with animation; "and you don't look a day older."
-Llevó así mucho tiempo – Dijo Papá Nöel.   "I've felt like this for a long time," said Father Christmas.
El  Sr. Charles Dickens le dio la espalda y sacó la cabeza por la puerta, metiéndola en la oscuridad.   Mr. Dickens turned his back and put his head out of the door into the darkness.
-Dick – bramó a todo pulmón – sigue vivo.   "Dick," he roared at the top of his voice; "he's still alive."
Otra sombra oscureció el umbral,  entró un caballero mucho mayor y más fuerte que llevaba puesta una enorme peluca empolvada. Abanicaba su sofocado rostro con un sombrero militar correspondiente a  la moda de la época de la reina Ana. Andaba erguido como un soldado y  en su cara había una expresión arrogante que era repentinamente desmentida por sus ojos. Humildes como los de un perro. Su espada hacia mucho ruido, como si la tienda fuese demasiado pequeña para ella.   Another shadow darkened the doorway, and a much larger and more full-blooded gentleman in an enormous periwig came in, fanning his flushed face with a military hat of the cut of Queen Anne. He carried his head well back like a soldier, and his hot face had even a look of arrogance, which was suddenly contradicted by his eyes, which were literally as humble as a dog's. His sword made a great clatter, as if the shop were too small for it.
- En verdad – dijo Sir Richard Steele – Es cuestión harto prodigiosa, pues este hombre se acercaba a su último aliento cuando escribí sobre Sir Roger de Coverley y su día de navidad.   "Indeed," said Sir Richard Steele, "'tis a most prodigious matter, for the man was dying when I wrote about Sir Roger de Coverley and his Christmas Day."
Mis sentidos se embotaban y el cuarto se oscurecía. Parecía repleto de recién llegados.    My senses were growing dimmer and the room darker. It seemed to be filled with newcomers. 
-Se ha dado siempre por entendido – dijo un hombre gordo que ladeaba la cabeza en un gesto obstinado y humorístico ( Me parece que era Ben Johnson)- Se ha dando siempre por entendido, cónsul Jacobo, bajo nuestro rey Jaime o bajo su difunta Majestad la reina, que costumbres tan buenas y saludables decaían. Y que era previsible su desaparición. Este anciano canoso no esta ahora menos robusto que cuando yo le eche el ojo.   "It hath ever been understood," said a burly man, who carried his head humorously and obstinately a little on one side (I think he was Ben Jonson) "It hath ever been understood, consule Jacobo, under our King James and her late Majesty, that such good and hearty customs were fallen sick, and like to pass from the world. This grey beard most surely was no lustier when I knew him than now."
Y creo que también escuché a un hombre vestido con malla verde, como Robin Hood, decir en una mezcla de inglés y francés normando “ Pero sí lo vi agonizante.”   And I also thought I heard a green-clad man, like Robin Hood, say in some mixed Norman French, "But I saw the man dying."
- Llevo así mucho tiempo – Dijo Papá Nöel otra vez a su débil manera.   "I have felt like this a long time," said Father Christmas, in his feeble way again.
El Sr. Charles Dickens de repente se le acercó y se inclinó delante de él.   Mr. Charles Dickens suddenly leant across to him.
-¿Desde cuando? –preguntó - ¿Desde qué naciste?   "Since when?" he asked. "Since you were born?"
-Sí- contestó el anciano y se dejó caer en su silla temblando – Siempre he agonizado.   "Yes," said the old man, and sank shaking into a chair. "I have been always dying."
El  Sr.Charles Dickens se quitó el sombrero haciendo una reverencia como la haría un hombre que llamase a la multitud a amotinarse.   Mr. Dickens took off his hat with a flourish like a man calling a mob to rise.
-Ahora lo entiendo – gritó – Nunca morirás.   "I understand it now," he cried, "you will never die."
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