Un serruchito de oro
está cortando la noche.
El niño despierta, escucha,
y sonríe ruiseñores.
Pequeño violín oculto
en los trigos de la luna.
El niño tiende su alma
hacia tu música fina.
Grillito, ramo de amores,
voz del silencio y del agua,
el niño vuelve a dormirse
con tu canción en los labios.
"El árbol que canta"
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