RIMA LIV
Cuando volvemos las fugaces horas
del pasado a evocar,
temblando brilla en sus pestañas negras
una lágrima pronta a resbalar.
Y al fin resbala, y cae como gota
del rocío, al pensar
que, cual hoy por ayer, por hoy mañana,
volveremos los dos a suspirar. |