Cuando yo solamente te invocaba
Sólo mis versos poseían tus gracias,
Mas ahora mi pluma ha decaído
Y a mi musa agotada sustituyes.
Un asunto tan noble, amor, por cierto
Merece los esfuerzos del más digno,
Si bien las invenciones del poeta
No hacen más que pagarte lo robado.
Te llama honesto, y esa honestidad
Le has inspirado; y si te da belleza
La tomó de tu rostro; cada elogio
No hace más que entregarte lo que es tuyo.
No agradezcas, luego, lo que él dice
Pues tú saldas la deuda que él contrajo.