Sin mirar, sin haber visto,
Que ser hombre, ya es ser Cristo,
Que ser Cristo ya es ser sabio;
Que ser sabio, ya es ser luz de Jehová;
Que ser El, o su destello.
Ya es ser justo, manso y bello;
Que ser bello, manso y justo,
Ya es ser viva negación de vanidad;
Que los vanos van vacíos,
Displicentes y sin bríos,
Como barcos errabundos
Sin el lastre, sin la carga de la fe;
Que sin fe, todo se cierra
Por el aire y por la tierra
Cual pupila temerosa
Tras el párpado brutal de lo soez.