Yo sé bien, que dos razones,
Dos tendencias, dos pasiones,
Se conflictan o se besan,
En el campo de tu pecho, sin cesar;
El furor de lo apremiante.
Del minuto, del instante,
Y el fervor de lo intangible.
Lo mediato, lo después, lo más allá.
Como el tallo de la hiedra.
Que no sube por la piedra
Solamente con los garfios
De su breve, de su 'múltiple raíz;
Por que salva las distancias
Con las guías de sus ansias
Con los brotes de sus sueños
Con las alas de su instinto de subir.